21 de marzo de 2010

Hay veces

Hay veces en que el mundo es infinito,
las ciudades parecen no tener final concreto
y los ríos se convierten en pases al más allá.

Sueñas con navegar por ellos esperando ver la mar,
olvidar el olor de sus cabellos o su voz al cantar.
Sueñas con olvidar esa ciudad de recuerdos
y no volver jamás.

Hay veces en que quisieras un desierto
donde enterrar esas gotas que no supiste callar
y matar así los suspiros que se vuelven contra tí.

Buscas y buscas algo con lo que no sufrir,
te centras en otras tareas, te encierras para morir.
No encuentras toda esa arena para enterrarte
y miras al cielo gris buscando alguna respuesta.

Hay veces en que las nubes se extienden, blancas,
e inundan el cielo que no tiene por qué ser azul.
Nubes que tu recuerdo, al envolverme, me arrancan.

Pero ni envuelto en brumas olvido
que tengo mojadas mis plumas
y, tiritando de frio, no puedo ir tras de tí.
Entonces añoro el Sol después de tantas lunas de castigo.

Hay veces en que el mundo es infinito
y no puedo encontrarte en él.
pues te escondes en sus montañas como un fugitivo.

Las mañanas no terminan,
no puedo soportar su claridad,
los días se hacen largos y por la Luna vuelvo a suspirar.
Dejo de buscarte, de odiarme y maldecir.

Hay veces en que ya no puedes, no quieres, sobrevivir,
nada de lo que hagas te hará feliz,
es lo crudo de la vida, lo falso de vivir.

Se extiende entonces el mundo
y toda su inmensidad me hace pensar
que el mundo es infinito, las ciudades eternas
y los ríos un mal sitio para escapar.

1 comentario:

Dafne dijo...

Me gusta, hacía tiempo que no leía algo tuyo de este estilo, y se echaba de menos eh?
Un beso.