29 de febrero de 2008

Carta de Cathalina

Este es supuestamente el final de un libro que escribí hace bastante tiempo, pero que terminé quemando en un arrebato de inconformidad conmigo mismo y con mi obra. Simplemente no era lo que yo buscaba.
Esta carta, escrita por el amor platónico del malvado Mirthas, no la escribí yo, sino una antigua amiga llamada Emilia, que en muchas ocasiones hizo las veces de Cathalina en conversaciones, para así yo poder ahondar mejor en la personalidad femenina de la desgraciada dama.
Espero que os guste, a mí francamente me gustó tanto que decidí ponerla en su día como cierre de la obra.

Mirthas, odiado amor:

Si lees esto será porque ya he muerto, y por fin podré descansar, si no en paz, lejos del alcance de tus manos de hielo y tus fríos ojos. Pero no lejos de mi odio hacia ti, el mismo odio que me hizo fingir amarte, para hacerte daño.

Tú mataste a quién yo más quería, por un capricho, por esa sed loca que te posee, demonio, que nunca se ve saciada. Por ese ansia de sangre, que no es de sangre, sino de poseer lo más hermoso y puro que reside en el corazón de algunos humanos, belleza que guardaba el corazón de mi amor.

Juré vengarme robándote aquello que más pudieras ansiar, robándote para siempre la calma y humillando tu altivez. La solución la vi en tu mirada la primera vez que nos cruzamos. Sí, en tus ojos vi un hueco por el que colarme dentro de ti. Y lo decidí, te destruiría desde dentro, de tal manera que hicieras lo que hicieras, no pudieras arrancarme de allí. Sería un espino enraizado en lo más hondo de tu negro espíritu, alimentándose de tu propio veneno.

Y te juré amor y respeto. Con dulzura y caprichos, retándote continuamente, sin huir ni esconderme. Para ello usé mis lágrimas, mis caricias y mis palabras.

Luché mano a mano con el saber que tanto anhelas y que fue siempre mi mayor enemigo. Esa sabiduría por la que vendiste un corazón que jamás había latido, porque nació muerto.

Y sé que lo conseguí, mi muerte es la prueba. Sí, lo conseguí, a tu manera, sin amor, me amabas y la sed que despertará mi recuerdo no la apagarán las más frías fuentes, ni el razonamiento, ni la filosofía; no hallarás la cura en ningún libro.

Ahora habrá en ti dos ansias, la de la sangre, de la que alimentas ese pobre cuerpo que ocupas, culpable de tu actual estado y la de mi ausencia, que ya no desaparecerá jamás. Ahora sabrás cuánto duele la ausencia del otro y entenderás mi porqué.

Porque sigo viva en tu mente, y ya no podrán rozarme las enfermedades, ni la edad, que me afearían a tus ojos. Mi cabello no encanecerá, ni se ajarán mis mejillas, seguiré siempre igual, para ti, sólo para ti. Porque después de todo lo que hice para vengarme, dudo mucho que mi amor vuelva a quererme, ni siquiera a mirarme. Tampoco podré ir a dónde él está. Qué ironía, dispondré de toda la eternidad para acompañarte allí dónde vayas, para compartir una compañía que yo no quiero y que tú temes. Maldito castigo por todos nuestros pecados.

Y cada vez que en la noche mires hacia el horizonte buscando a dónde huir, y esconder tu cobardía y tu furia, brillará en tus pupilas el reflejo de las llamas con las que pretendiste destruir tus libros y mi cuerpo.

Huye Mirthas, huye, cabalga, no importa cuántos caballos revientes en tu huida, no podrás alejarte de mí, porque me llevas dentro y allí donde te encuentres allí estaré yo, recordándote mi falso amor y tu maldición.

Adiós, Mirthas, tú eres mi condena. Yo seré la tuya.

Te desprecia, se desprecia, Cathalina.

28 de febrero de 2008

Educación, educadores y educados

En esta entrada voy a intentar, sobre todo, mostrar una serie de preguntas sobre la educación, a la misma vez que doy algunos rasgos de lo que creo que necesita la educación de hoy. No creo que me explaye demasiado -al menos no lo que me gustaría- pues no estoy demasiado inspirado gracias a mi dolor de cabeza.

Para empezar, creo que es conveniente preguntarse sobre la educación de hoy día: ¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué cada vez el nivel de educación es menor, las exigencias disminuyen y todo se centra más en lo pragmático, dejando de un lado la parte más humana? ¿Por qué a cada nueva generación hay menos conocimiento de las humanidades clásicas y más sobre tecnología? La respuesta (y la culpa) de todo esto creo que la tiene la nueva religión que poco a poco se va implantando en las sociedades más "desarrolladas". (Hago también notar que ya se considera a una sociedad más desarrollada que a otra por su nivel económico-tecnológico, más que por su desarrollo humano, cultural y ético).

No quiero parecer en absoluto un predicador de la desgracia, un profeta que, afianzado en una cultura ya pasada, increpa desde su púlpito a las personas para que destrocen todo rasgo de tecnología (aunque no estaría nada mal que destruyeran su televisor). Sino que, viendo la caída progresiva de muchos valores positivos, y de la propia belleza, en pro de un desarrollo tecnológico, creo que sería conveniente revisar todo este avance, sobre todo en nuestras escuelas y Universidades.

¿Qué le está pasando a la música? ¿Qué a la literatura? ¿Qué al cine? ¿Qué a la pintura? ¿No están cayendo presas de esa tecnología?
Creo que en la música está bien claro con tan sólo encender la radio y escuchar la música del momento. Esta no busca belleza, sino pragmatismo, aportación económica, y sus herramientas son las mesas de mezcla y letras estándar. Y del mismo modo ocurre en la literatura, con esos best-sellers que nada tienen de ingenio y calidad. ¿Y para qué hablar del cine, con sus macroproducciones cargadas de efectos especiales, pero que nada guardan de valores humanos o interés por la cultura? Son películas completamente vacías -como ya hemos dicho de la música y la literatura- en el cual se cuenta una historia. Una historia que muere con el último fotograma.
Mención aparte creo que merece la pintura, con ese cambio tan drástico en su sentido. Realmente me gustaría poderme detener aquí y hacer un buen análisis, pero me temo que ni esta entrada es para eso, ni tengo todos los conocimientos necesarios para hacerlo como realmente quisiera. A lo que sí invito es a considerar a cada uno de ustedes, mis lectores, el hecho de que antes que un cuadro estuviera en un museo indicaba una consagración del autor -muchas veces dado por su muerte-, y hoy día en nuestros museos de obras contemporáneas hay obras muy distintas entre sí, y de autores a puñados. No existe una consagración del artista, existe una mercantilización del arte. Aunque, repito, esto merece un estudio mayor.

En resumen: ¿Qué está pasando? Pues que ya no se quieren genios. Están intentando "democratizar" el arte, hacerlo asequible al vulgo. El Genio ha muerto.
¿No es la ciencia la encargada de hacer esto, de establecer unas pautas, unas leyes, unos principios que cualquiera puede entender y memorizar con cierto esfuerzo -mayor o menor según su capacidad- y hacer que el más tirado pueda elevarse hacia el triunfo? ¿No es la ciencia la encargada de echar a un lado la inspiración, de matar a las musas? La ciencia es más amiga del descubrimiento, de la inducción, y muy pocas veces de la invención.

¿No es esto lo que está pasando en nuestras aulas? Puede haber "perfectos" alumnos que, sometidos a este sistema podrido, estudian libros y libros -dando igual su materia- y repiten como papagayos los temarios, sin que para nada de eso se impregne en ellos, sin quedar en su espíritu más que lo necesario para sacar el examen. Y es que, si hay algo que se aprende en el colegio, es el pragmatismo: "Yo estudio para aprobar el examen, y después lo olvido. Total, ¿a quién coño le importa lo que dijera una persona que ha influido muchísimo en su propio pensamiento, ya fuera un filósofo, un literato, un pintor, un cineasta -de estos pocos- o un músico? Pues a nadie." Y así vamos, con cáscaras vacías que tan sólo buscan la forma más cómoda de vivir, sin preocupaciones sociales, morales, humanas, artísticas...

Y es que ya da lo mismo la calidad de cada uno. No se quieren genios, estos quedan sepultados por todos esos que memorizan lecciones, sin poner ni un poco de corazón en eso que estudian. ¿Las becas, reconocimiento y toda clase de ayudas sociales? Para los de ciencia, o para aquellos que estudian carreras "prácticas" (me río yo de esas carreras "prácticas". A ver dónde coño terminamos si seguimos paseando de la mano de estos.) Y así, poco a poco, vamos conformando una sociedad donde priman los "trepas", los gilipollas, las cáscaras vacías, los niños de 6 años con móvil (tal vez de aquí a una década, en vez de celebrar la primera comunión se celebra "el primer móvil", en honor a esta religión que es la ciencia), las personas sin principios, la hipocresía, la falta de estética, el nulo conocimiento, la falta de genios, el sinsentido...

Creo que tendríamos que iniciar, antes de que sea más tarde, una gran reconversión de los principios educacionales que estamos empleando. Comenzar a usar exámenes de madurez y sentido común, y menos exámenes teóricos para papagayos, sino unos exámenes prácticos con el uso de una teoría que ha sido comprendida.

Pero claro, esto no es bueno para unos intereses políticos que buscan borregos que puedan llegar a cualquier puesto de trabajo. La ciencia democratiza, destroza a la Humanidad bajando cada vez más el listón, y vituperando a aquel que sobresale.

22 de febrero de 2008

El arte

De "El retrato de Dorian Gray", de Oscar Wilde

"El artista es creador de belleza.

Revelar el arte y ocultar al artista es la meta del arte.

El crítico es quien puede traducir de manera distinta o con nuevos materiales su impresión de la belleza. La forma más elevada de la crítica, y también la más rastrera, es una modalidad de autobiografía.

Quienes descubren significados ruines en cosas hermosas están corrompidos sin ser elegantes, lo que es un defecto. Quienes encuentran significados bellos en cosas hermosas son espíritus cultivados. Para ellos hay esperanza.

Son los elegidos, y en su caso las cosas hermosas sólo significan belleza.

No existen libros morales o inmorales.

Los libros están bien o mal escritos. Eso es todo.

La aversión del siglo por el realismo es la rabia de Calibán al verse la cara en el espejo.

La aversión del siglo por el romanticismo es la rabia de Calibán al no verse la cara en un espejo.

La vida moral del hombre forma parte de los temas del artista, pero la moralidad del arte consiste en hacer un uso perfecto de un medio imperfecto. Ningún artista desea probar nada. Incluso las cosas que son verdad se pueden probar.

El artista no tiene preferencias morales. Una preferencia moral en un artista es un imperdonable amaneramiento de estilo.

Ningún artista es morboso. El artista está capacitado para expresarlo todo.

Pensamiento y lenguaje son, para el artista, los instrumentos de su arte.

El vicio y la virtud son los materiales del artista. Desde el punto de vista de la forma, el modelo de todas las artes es el arte del músico. Desde el punto de vista del sentimiento, el modelo es el talento del actor.

Todo arte es a la vez superficie y símbolo.

Quienes profundizan, sin contentarse con la superficie, se exponen a las consecuencias.

Quienes penetran en el símbolo se exponen a las consecuencias.

Lo que en realidad refleja el arte es al espectador y no la vida.

La diversidad de opiniones sobre una obra de arte muestra que esa obra es nueva, compleja y que está viva. Cuando los críticos disienten, el artista está de acuerdo consigo mismo.

A un hombre le podemos perdonar que haga algo útil siempre que no lo admire. La única excusa para hacer una cosa inútil es admirarla infinitamente.

Todo arte es completamente inútil."

Esto va por dos motivos: Por que me da la gana ponerlo y en respuesta a un comentario de Kiüs en la anterior entrada. Es magistral.
A lo mejor también esto es una pequeña introducción a la siguiente entrada, que quiero que vaya sobre el arte de lo grotesco.

20 de febrero de 2008

Individualista, por tanto, antisocial y subversivo

"Así es como se define la posición ambigua del artista. Si su producción no está impregnada de un carácter personal fuertemente marcado (lo que implica una posición individualista y, en consecuencia, firmemente antisocial y en esa medida subversiva), no tiene ningún valor. En cambio, si ese talante individualista se extrema hasta el punto de rechazar toda comunicación con el público, si ese talante individualista se exaspera hasta no desear que la obra producida se exponga ante los ojos de cualquiera, o incluso hasta hacerla intencionadamente tan secreta, tan cifrada, que se hurte a toda mirada, entonces su carácter de subversión desaparece; se convierte en una detonación que, producida en el vacío, ya no emite ningún sonido. El artista se encuentra así solicitado por dos aspiraciones contradictorias, dar la espalda al público y hacerle frente. […]."

Jean Dubuffet “Asfixiante Cultura”

Al leer esto suelo recordar a mucho gilipollas -este término yo siempre lo empleo como un término casi metafísico, así que no ver como una expresión vulgar, sí peyorativa- que van por la vida "de artistas". En general, hay muchos que van por la vida "de algo", siendo fachada, incluso muro infranqueable, ante todos los que le rodean.

Puede que, a simple vista, no sea yo el más indicado, ya que soy el prototipo "Dandee" (el "Oscar Wilde moderno", como casi me define mi compañero Martín Edén). Me encanta llevar mi estilo, ir elegante, con mis botas limpias y el largo abrigo, negro todo, por favor. Pero mi crítica va más allá. Es comprensible que a cada uno le guste mirarse al espejo y pensar: Este soy yo, y me gusta.
El problema es cuando te acercas a uno de estos "artistas" (también valen "intelectualoides", "músicos", etc.) y no ves nada, no sacas nada. Compruebas que no son más que personas sin nada que decir, sin nada que pensar y sin nada que hacer. Hijos de una sociedad que lo tiene todo - o cree tenerlo- y que no ha sabido darle nada a su prole. Son personajes aburridos, vacíos y carentes de sentido.

En su intento por ser tan especiales no han sabido crearse a ellos mismos. Intentando ser únicos se han convertido en masa. ¿Por qué no os dejáis de gilipolleces y os ponéis a hacer cosas más de provecho que miraros la caída del pelo sobre vuestro ojo, los botines que queréis compraros, el porro que os habéis fumado o la última canción de moda? No es ni siquiera una explosión en el vacío. No es ni siquiera una explosión. En su intento de individualizarse han caído en la trampa de la masa, y el artista debe crear primero para sí, y después para el público. Y, siendo masa, no puede dejar de crear más que para ella, perdiendo así su obra el carácter único, individual.

"Navegamos en un mar de absurdos, y sólo tenemos breves lapsus de lucidez" (César Moreno)

14 de febrero de 2008

Los hijos bastardos de Dios

Hoy me he convertido en un hijo bastardo de Dios.
Bueno, en realidad creo que siempre lo he sido, pero hoy me han hecho colaborador del blog que lleva este nombre, y me ha hecho pensar. ¿Por qué ese nombre y no otro? ¿Qué es un hijo bastardo de Dios?

Creo que, ante todo, no es ninguna bendición. No es un "hijo predilecto de Dios" ni nada por el estilo, es un hijo desechado del Creador, un hijo no reconocido. ¿Pero porqué? Pues porque los hijos bastardos son los hijos inesperados, que están fuera de lo permitido, de la norma. Los hijos bastardos son los nacidos fuera de los códices establecidos, del matrimonio o como quieras llamarlo. Son aquellos nacidos por la experimentación del placer, por la desidia de una noche, por la curiosidad, por el deseo de hacer algo incorrecto, inmoral. Son los hijos del Devenir, del movimiento sin norma que te zarandea y te lleva por caminos desconocidos, inexplorados y oscuros. Y ahí naces, y ahí te quedas. Eres un hijo bastardo, nadie te echa cuenta, nadie te enseña dónde debes pisar, qué debes evitar.

Los hijos bastardos de Dios... Supongo que somos los que vamos en el autobús deseando que explote, que se elimine toda esa gente insignificante que nada tiene que decir, que nada tiene que hacer, que nada tiene que soñar. Creo que somos los que nos erigimos como jueces al encontrarnos alejados del resto, no por una decisión, sino por la condena que marca nuestro nacimiento. Pero jueces sin juicio que celebrar, pues no hay más culpable que nosotros mismos. ¿Qué tenemos que decir ante unas personas que se contenta con lo vulgar y no ven mal en ello?

Pero, ante todo, no somos nadie. Por no tener no tenemos ni padre. Somos insignificantes en un universo plagado de millones de insignificancias. ¿Lo peor? Nuestra conciencia de ello.


12 de febrero de 2008

El ángel

Sin mucho para poner, edito aquí una de mis poesías, espero que os guste y le saquéis algo de partido, que va con mucha carga de "humanismo", por todo lo hablado en los anteriores comentarios.



El Ángel


Sentado en el tejado el ángel observa,

sus plumadas alas a los costados recogidas,

mientras en su rostro un lamento conserva

por las almas que fueron escogidas.


Es un ángel caído que llora,

por la Humanidad y su destino,

por el Tiempo, que todo agota,

y la Soledad que es su castigo.


Es un ángel de los Infiernos maldito,

fue la vanidad su perdición.

Él, que era un ser divino,

alto general de la Celestial Legión.


Llora el ángel ¿Será por mí?

Es por todos, es por él, es por Dios.

Condenado está a la eternidad vivir.

Siempre atento, aprendiendo, observándonos.


¡Id y observar!

Fue el divino mandato.

Él se enamoró de la Humanidad,

de los árboles, ríos y atardeceres anarajandos.


Y por esto obtuvo un castigo.

¡Qué gran atrocidad!

¿Es bondadoso el ser divino?

¿Es tener sentimientos una maldad?


Fue Dios quien creó el mundo,

de todas las cosas es el Hacedor,

¿Qué es, pues, tan oscuro

que condenó a su ángel sin perdón?


El ángel de la Tierra se enamoró,

le maravilló sus cambios, su verdor,

amó el Tiempo, la Muerte y su pasión,

también las lágrimas, y del beso su candor.


¿Y qué es del Cielo? Me pregunto.

Al ángel eso le agotó.

Su eternidad, quietud, incluso Dios.

Toda su inmovilidad en conjunto.


Y ahora expulsado por siempre está.

¿Y qué es lo que más teme?

La Soledad

Aquella que a los desdichados retiene.


Pobre ángel, condenado por siempre.

¿Y quién es el Malvado?

¿Él? Sólo ama, él no miente.

El Mal es también Dios, él lo ha creado.


Guille Loaysa

3 de febrero de 2008

Cavilaciones sobre la Creación

(Imagen: Adan y Eva, de William Blake)

Me haré eco de algo que escribí hace tiempo, pues hoy estoy algo espeso para escribir.
Esto es una consideración que hice aprovechando los pasajes del Génesis, una vez creado el mundo y todas las criaturas, entre ellas al hombre y a la mujer. En concreto hablo del momento del pecado original y sus repercusiones hoy día.

No hace falta ser ni cristiano ni judío, ni tan siquiera creer en Dios, para darle valor a este pequeño estudio. Es más, creo que hoy día sería bueno hacer una re-lectura del Antiguo Testamento, del mismo modo que leemos a Zaratrusta o a Platón. Al fin y al cabo, las personas que escribieron esos libros no eran gilipollas, y supongo que tienen algo que decirnos, más allá de la idea de un Dios. Es perfectamente plausible la interpretación de estos textos dejando de lado toda la idea judeo-cristiana de Dios y centrándonos en el hombre.

Por otro lado, he de avisar que esto es parte de un correo electrónico y no lo voy a editar, por lo que permanecerá intacta la apelación directa y un estilo de escritura rápida propia de los E-mails.

Sin más preámbulos, copio aquí el texto, espero que lo disfrutéis (y lo entendáis).

Vamos a ver, citemos ese pasaje del Génesis:

"3:1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
3:2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;
3:3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
3:4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
3:5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. "

Y ahora sí que empieza el tema gordo.

Vamos a ver... ¿Realmente mintió la serpiente? Bien sabes que el árbol y su fruto no son más que el símbolo de la obediencia a Dios, y que al comer dicho fruto esta obediencia fue rota y por ello se nos expulsó del Paraíso, perdiendo los dones preternaturales. También, después de esto, vino el Protoevangelio, si mal no recuerdo, cuando dijo Dios:

"Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar."

Pero no es ese el tema que quiero tocar.

Estaba con los dones preternaturales. Los recordaré ahora brevemente: Don de la integridad (dominio de las pasiones); don de la inmortalidad (se entiende, pero te aclararé que es "el poder no morir", no "no poder morir"); don de la impasibilidad (ante los padecimientos externos); don de la ciencia (se refiere la desarollo intelectual y a la capacidad del hombre a conocer lo que era necesario para su vida terrena como para la vida eterna); y el don del perfecto dominio (el estado de inocencia que permite dominar a las criaturas inferiores).

Vamos, que se supone que éramos la leche. Pero... ¿realmente éramos mejores que ahora?

Sabíamos muchísimas cosas gracias a la ciencia infusa, teníamos la posibilidad de no morir, apenas sufríamos enfermedades, gobernábamos sobre las criaturas inferiores, éramos fuertes frente a nuestras pasiones... ¡Pero no sabíamos que estábamos desnudos!

También podría hablarte de Lilith, que se supone que fue realmente la primera mujer. Dios creó al hombre y a la mujer del mismo barro. Cuando Dios quiso subyugar a la mujer bajo la voluntad del hombre, ella le replicó que porqué tendría que ser eso, ya que ambos provenían de la misma tierra. Tras esta muestra de rebeldía (por lo que este sería realmente el primer pecado) Dios la expulsó del Paraíso, mandándola a la tierra de Nod, al oriente del jardín del Edén, lugar al que luego se dirigiría Caín (“Nod” viene de “nad”, que en hebreo significa condenado. Precisamente así se designa a Caín en el Génesis).Después, al ver el primer intento fallido, creó a Eva de la costilla de Adán, para así poder someterla.

A lo que yo iba es... ¿No somos como dioses? ¿Qué ganó Lilith? (Recuerda que nos movemos por símbolos, no quiero decir que la historia que cuenta el Génesis y la historia de Lilith sea cierta).

Pues lo que ella ganó fue la Libertad, al igual que después la obtendrían Adán y Eva.

¿No hemos conseguido estar a la altura de Dios? No sólo hemos logrado repudiar de Él (para bien o para mal, sólo son elucubraciones), sino que además nos hemos hecho con toda su Creación. Somos los dueños de la Tierra y, lo siento, Dios ya no impera demasiado. Sólo tienes que mirar a tu alrededor.

Efectivamente, puede que esa sea la razón por la que el mundo esté patas arriba, pero, como ya he dicho, para bien o para mal, somos los dueños.

Y, no sólo eso, sino que además estamos volviendo a obtener nuestros perdidos dones preternaturales: Don de la integridad (vale, aquí tal vez tenemos un suspenso, pero siempre hay buenas personas que luchan por obtenerla, y no hablo de la moral, ¿eh?); don de la inmortalidad (no ya sólo en el campo de la medicina, que está muy avanzada, tanto que, como bien manda la norma de dicho don, llegará el momento en que podamos elegir "no querer morir". Pero yo quiero ir más allá. La verdadera inmortalidad ya la han alcanzado muchos, pues considero que la verdadera posibilidad de no morir está en esa lucha por hacerse a uno mismo un hito, un hecho inolvidable de la historia y, así, permanecer.); don de la impasibilidad (Con los buenos abrigos que tenemos, y lo poco que dura un resfriado... tú espera a que esto siga para adelante. Sé que esta explicación es muy sencilla, pero creo que es en esta simplicidad donde puede hacerse ver de una forma mucho más gráfica.); don de la ciencia (cada vez sabemos más del mundo. Conocemos, o al menos investigamos, de una forma más precisa sobre el mundo. Sé que aún estamos muy lejos, pero jamás he querido decir que ya hayamos llegado a ese momento.); y el don del perfecto dominio (no sólo los seres inferiores, los hay que dominan criaturas más grandes).

Somos como dioses. No nos engañaron tanto. Es cierto que todo lo tenemos que obtener con el sudor de nuestra frente... precisamente porque somos nosotros los dioses. ¿No es cierto que hasta Dios tuvo que descansar?

¿Qué es lo que pretendo con esto? Simplemente que crezca la fe en la Humanidad. Ya estoy muy harto de tantos que dicen que la vida no vale nada, y que la que viene después está mejor...

Por cierto, me he convertido en "Anatema":

El Concilio de Trento definió que: "Si alguno no confiesa que el primer hombre Adán, al transgredir el mandamiento de Dios en el paraíso, perdió inmediatamente la santidad y la justicia en que había sido constituido, e incurrió por la ofensa de esta prevaricación en la ira y la indignación de Dios y, por tanto, en la muerte con que Dios antes les había amenazado, y con la muerte en el cautiverio bajo el poder de aquel que tiene el imperio sobre la muerte ( hebr.2,14), es decir, del diablo, y que toda la persona de Adán por aquella ofensa de prevaricación fue mudada en peor, según el cuerpo y el alma. sea anatema" (DZ 788)."