11 de marzo de 2009

DESTRUCCIÓN

Yo soy gilipollas. Eso es algo que pocas personas -entre todas las que existen en el mundo podrían contarse con una mano- saben.

Asesina, mutila, haz sufrir. Roba, miente, haz daño. Prende fuego a todo lo que se cruce, haz llorar a aquel niño que sonríe inocente. Acaba con la asquerosa vida de ese anciano que poco más puede hacer para la Humanidad. Maquina y controla otra vidas con el único afán se sentirte poderoso.
Sé humano.

Y siempre habrá alguien dispuesto a aplaudirte, a amarte. Algún corazón estará dispuesto a ser tuyo incondicionalmente.

Ahora, ama, date a los demás, ofrece aquello que mejor se te da de forma altruista. Instrúyete e instruye. Sé paciente, calmado. Que tu sangre fluya rauda, así como tus pensamientos y palabras, en la buena acción.
Sé ideal.

Y siempre habrá alguien dispuesto a hacer de tu vida un auténtico Infierno.

Jamás tendría que haber subido a este tren de caos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los infortunios de la virtud chaval

Kiüs dijo...

-¿Qué es lo que pocas personas saben: que ellas son gilipollas o que tú eres gilipollas? xD

-Completamente de acuerdo con todo lo que dices ;)