28 de abril de 2009

Liberación

"Libera tu alma amigo".
Tumbado sobre arena fría noto la sangre
fluir de mi nariz a los labios,
y de ahí al suelo supurante.

Las rápidas pisadas aún se notan,
las señales de caidas y levantamientos:
Allá una rodilla, allá un pie se clavan
en la arena que se levanta con el viento.

"Libera tu alma", vuelve a decirme,
y ahora ya lo entiendo.
Me vuelvo a levantar, quiero resistirme
a la idea de huir de un golpe más.
Demasiado sensato como para hacerlo.

Los músculos se tensan,
noto mi puño en su endurecido pecho.
Dolor, estremecimiento, éxtasis.
La siguiente sensación es en mi estómago.

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