(Imagen: Adan y Eva, de William Blake) Me haré eco de algo que escribí hace tiempo, pues hoy estoy algo espeso para escribir.
Esto es una consideración que hice aprovechando los pasajes del Génesis, una vez creado el mundo y todas las criaturas, entre ellas al hombre y a la mujer. En concreto hablo del momento del pecado original y sus repercusiones hoy día.
No hace falta ser ni cristiano ni judío, ni tan siquiera creer en Dios, para darle valor a este pequeño estudio. Es más, creo que hoy día sería bueno hacer una re-lectura del Antiguo Testamento, del mismo modo que leemos a Zaratrusta o a Platón. Al fin y al cabo, las personas que escribieron esos libros no eran gilipollas, y supongo que tienen algo que decirnos, más allá de la idea de un Dios. Es perfectamente plausible la interpretación de estos textos dejando de lado toda la idea judeo-cristiana de Dios y centrándonos en el hombre.
Por otro lado, he de avisar que esto es parte de un correo electrónico y no lo voy a editar, por lo que permanecerá intacta la apelación directa y un estilo de escritura rápida propia de los E-mails.
Sin más preámbulos, copio aquí el texto, espero que lo disfrutéis (y lo entendáis).
Vamos a ver, citemos ese pasaje del Génesis:
"3:1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
3:2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;
3:3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
3:4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
3:5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. "
Y ahora sí que empieza el tema gordo.
Vamos a ver... ¿Realmente mintió la serpiente? Bien sabes que el árbol y su fruto no son más que el símbolo de la obediencia a Dios, y que al comer dicho fruto esta obediencia fue rota y por ello se nos expulsó del Paraíso, perdiendo los dones preternaturales. También, después de esto, vino el Protoevangelio, si mal no recuerdo, cuando dijo Dios:
"Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar."
Pero no es ese el tema que quiero tocar.
Estaba con los dones preternaturales. Los recordaré ahora brevemente: Don de la integridad (dominio de las pasiones); don de la inmortalidad (se entiende, pero te aclararé que es "el poder no morir", no "no poder morir"); don de la impasibilidad (ante los padecimientos externos); don de la ciencia (se refiere la desarollo intelectual y a la capacidad del hombre a conocer lo que era necesario para su vida terrena como para la vida eterna); y el don del perfecto dominio (el estado de inocencia que permite dominar a las criaturas inferiores).
Vamos, que se supone que éramos la leche. Pero... ¿realmente éramos mejores que ahora?
Sabíamos muchísimas cosas gracias a la ciencia infusa, teníamos la posibilidad de no morir, apenas sufríamos enfermedades, gobernábamos sobre las criaturas inferiores, éramos fuertes frente a nuestras pasiones... ¡Pero no sabíamos que estábamos desnudos!
También podría hablarte de Lilith, que se supone que fue realmente la primera mujer. Dios creó al hombre y a la mujer del mismo barro. Cuando Dios quiso subyugar a la mujer bajo la voluntad del hombre, ella le replicó que porqué tendría que ser eso, ya que ambos provenían de la misma tierra. Tras esta muestra de rebeldía (por lo que este sería realmente el primer pecado) Dios la expulsó del Paraíso, mandándola a la tierra de Nod, al oriente del jardín del Edén, lugar al que luego se dirigiría Caín (“Nod” viene de “nad”, que en hebreo significa condenado. Precisamente así se designa a Caín en el Génesis).Después, al ver el primer intento fallido, creó a Eva de la costilla de Adán, para así poder someterla.
A lo que yo iba es... ¿No somos como dioses? ¿Qué ganó Lilith? (Recuerda que nos movemos por símbolos, no quiero decir que la historia que cuenta el Génesis y la historia de Lilith sea cierta).
Pues lo que ella ganó fue la Libertad, al igual que después la obtendrían Adán y Eva.
¿No hemos conseguido estar a la altura de Dios? No sólo hemos logrado repudiar de Él (para bien o para mal, sólo son elucubraciones), sino que además nos hemos hecho con toda su Creación. Somos los dueños de la Tierra y, lo siento, Dios ya no impera demasiado. Sólo tienes que mirar a tu alrededor.
Efectivamente, puede que esa sea la razón por la que el mundo esté patas arriba, pero, como ya he dicho, para bien o para mal, somos los dueños.
Y, no sólo eso, sino que además estamos volviendo a obtener nuestros perdidos dones preternaturales: Don de la integridad (vale, aquí tal vez tenemos un suspenso, pero siempre hay buenas personas que luchan por obtenerla, y no hablo de la moral, ¿eh?); don de la inmortalidad (no ya sólo en el campo de la medicina, que está muy avanzada, tanto que, como bien manda la norma de dicho don, llegará el momento en que podamos elegir "no querer morir". Pero yo quiero ir más allá. La verdadera inmortalidad ya la han alcanzado muchos, pues considero que la verdadera posibilidad de no morir está en esa lucha por hacerse a uno mismo un hito, un hecho inolvidable de la historia y, así, permanecer.); don de la impasibilidad (Con los buenos abrigos que tenemos, y lo poco que dura un resfriado... tú espera a que esto siga para adelante. Sé que esta explicación es muy sencilla, pero creo que es en esta simplicidad donde puede hacerse ver de una forma mucho más gráfica.); don de la ciencia (cada vez sabemos más del mundo. Conocemos, o al menos investigamos, de una forma más precisa sobre el mundo. Sé que aún estamos muy lejos, pero jamás he querido decir que ya hayamos llegado a ese momento.); y el don del perfecto dominio (no sólo los seres inferiores, los hay que dominan criaturas más grandes).
Somos como dioses. No nos engañaron tanto. Es cierto que todo lo tenemos que obtener con el sudor de nuestra frente... precisamente porque somos nosotros los dioses. ¿No es cierto que hasta Dios tuvo que descansar?
¿Qué es lo que pretendo con esto? Simplemente que crezca la fe en la Humanidad. Ya estoy muy harto de tantos que dicen que la vida no vale nada, y que la que viene después está mejor...
Por cierto, me he convertido en "Anatema":
El Concilio de Trento definió que: "Si alguno no confiesa que el primer hombre Adán, al transgredir el mandamiento de Dios en el paraíso, perdió inmediatamente la santidad y la justicia en que había sido constituido, e incurrió por la ofensa de esta prevaricación en la ira y la indignación de Dios y, por tanto, en la muerte con que Dios antes les había amenazado, y con la muerte en el cautiverio bajo el poder de aquel que tiene el imperio sobre la muerte ( hebr.2,14), es decir, del diablo, y que toda la persona de Adán por aquella ofensa de prevaricación fue mudada en peor, según el cuerpo y el alma. sea anatema" (DZ 788)."