Hay veces que lo más sencillo es cortarse los dedos,
dejar la sangre fluir y sonreír por el sufrimiento;
sufrimiento autoinflingido, fugaz, controlado.
El dolor pasará, te dices mientras tapas la herida
y sonríes por todo lo que has demostrado con tu hazaña.
1 comentario:
hola, guillermo!!
yo también me meto mucho y releo entradas anteriores.. todo bien! mucho cambio.. pero eso es bueno, ¿no? ¿y tú?
no, nunca seré conductista, por mucho que se empeñen en mi uni! jaja
un besín
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