12 de diciembre de 2008

Christina Rosenvinge: El lastre de su brillantez

Me vaís a permitir que por un momento vuelva mi cara a lo que ocurre a día de hoy en el panorama musical, y es que creo que el tema merece la pena: Christina Rosenvinge, la chica mala del rock and roll, la ratita presumida, aquella que de un chas conseguía aparecer a nuestro lado, ha vuelto.

Un nuevo sonido, con claves influencias vegasianas -sin entrar en prensa rosa-, pero mismo espíritu. Escuchar su nuevo disco, escuchar nuevamente su voz como protagonista -su disco conjunto "Verano fatal" apenas nos dejó paladear como se merece su provocadora y aparentemente frágil voz-, es sonreír y decirse: "Ahí estás, Christina". Y además vuelve, para regocijo de sus seguidores de voz castellana, abandonando su anterior tendencia a componer en voz anglosajona.

Tras aquel "Continental 92" se decidió a refugiarse en clubes nocturnos de la capital mundial, la París del siglo XIX, Nueva York. Y no le fue mal. Los que son grandes lo son toquen en grandes teatros o en pequeños antros.

Dicen las malas lenguas que sólo ha salido a la luz nuevamente gracias a la colaboración con Nacho Vegas, pero las habladurías las propaga la gente... Y la gente es gente. Christina ha salido a la luz gracias a su anterior trayecto, femenina pionera en el rock and roll -de renombre, por supuesto- español, capaz de crear discos como "Que te parta un rayo", no necesita a ningún genio en ciernes para que una discográfica quiera firmar con ella. Se basta sola.

Pero no es contar su historia el propósito de esta entrada. Seguro que ya hay miles de entradas por la basta red que lo hace maravillosamente. A mí la crónica histórica -como ya véis- se me da fatal (algo tendría que dárseme mal, digo yo).
Lo que realmente me ha motivado a escribir esto es el pie de página que está acompañando a este disco: "Tu labio superior, el nuevo disco de Christina Rosenvinge, claramente el mejor disco de su carrera... blablablabla..." y similares.

Claro está que es un disco muy trabajado, el indie al que empezó a volverse hace tiempo así lo exige, evidentemente podría destacarse como uno de los mejores discos sacados en 2008 (acompañado de "Manifiesto desastre" de Nacho Vegas y "Hellville Deluxe", de alguien que ni me molestaré en citar -si hace falta, lo que realmente no necesitas es seguir leyendo-). Cada uno a su manera, cada uno un gran disco. Hay otros muchos que no quisiera dejar de lado, como el de Josh Ritter, pero que sea la única entrada que voy a hacer sobre el panorama musical no significa que vaya a nombrar todos los discos de este año que me han llegado. Así que me quedo con esos 
y dejo de irme por las ramas.

"Tu labio superior" es muy bueno, sí. Pero como los anteriores trabajos de Christina, son innovadores, y no se pueden dejar de lado. Es como cuando sac
ó "Mi pequeño animal", que se comparó discriminando "Que me parta un rayo". Los dos unos discazos, y los dos muy acordes con la propia evolución de la artista y la música del momento.
Observados desde el contexto de su publicación, los discos de Christina son discos originales, muy personales, e innovadores. Por favor, no nos dejemos guiar por la euforia de un nuevo disco 
y critiquemos su anterior trabajo, pues no puede desmerecerse.

3 comentarios:

Kiüs dijo...

Mira mi contestación a tu comentario, anda, que te que te que te......

Anónimo dijo...

Para ser sincera, lo que más me gusta del disco son los coros. La voz de Christina me acaba resultando monótona (que no las letras, muy buenas por cierto). Pero si hay que decir que es uno de los mejores discos del año junto con el de Bunbury Y Nacho ¡Sí! (tampoco ha habido mucho más...) ¿Quedo crucificada? :P Besos!!!

Echos of a dream dijo...

Serás mierda!

No es que tenga algo contra ella, pero... ¿Para cuando una actualización?

Perra infame invertida e infima (La última más que el bajo!)